LA FUNERARIA (Romeo Molina)
Hay sombras oscuras en la noche, cuerpos sin rostros y con rostros, se aparecen entre los vivos, sitios privados para los muertos, son espíritus del mas allá que nos visitan a veces para medir nuestros miedos y abrir las fronteras que existen entre pesadillas y realidades.
El teléfono sonó quebrando en añicos el silencio de la Funeraria las Tres Cruces y la tranquilidad se refugio atras del frío que espiaba por los cristales.
_Vendras temprano a casa Benjamin?
_No lo se Raul, aun me queda por entregar un cuerpo_Contestó.
_Es navidad deberías estar en casa con mamá.
_No puedo, aun tengo que hacer una entrega en Santa Tecla.
Era su hermano, ¿como dejar todo para irse a casa? hacía dos semana que había conseguido ese trabajo, no le gustaban los muertos pero no consiguio mas que una plaza como transportador de cadaveres.
El relój marcó las 10:PM, las campanadas hicieron temblar el olor a muerto y lo hicieron sacudirse el sueño.
Pidio ayuda al vigilante que descansaba en el sótano y despues de mirar a través de la ventana mortuoria introdujeron el ataúd en el vehiculo.
_A esa chica la asesinaron hace dos días_Dijo el vigilante.
Encendio el auto sin contestar y salio rumbo a Santa tecla, las calles estaban desiertas, solo quedaban charcos como remanente de la llovizna que había caído y los aúllidos de los perros callejeros.
Los semáforos le mandaron alto y los olores de la madera de la caja le golpearon el rostro.
_!Mierda! malditas señales -Exclamó.
Aceleró el auto y media hora mas tarde cruzaba por la embajada Americana, sintio raro el ambiente, había un poco de niebla y la carga se le movía constantemente.
Se le apagó el auto de repente, al mismo tiempo que las luces callejeras dejaban de funcionar, sacó y metio la llave tratando de encenderlo nuevamente pero no respondía.
_Dios mío esto no puede ser_ Balbuceo molesto.
Se quedo así con los vidrios arriba hasta que la luna se asomó y le mostro una brecha del camino, el motor le arrancó pero no las luces, condujo sin dirección pretendiendo salir lo mas pronto posible de aquella densa oscuridad que le mostraba por momentos procesiones de sombras.
_Debo estar perdido _Dijo despues de algunos minutos.
A lo lejos como ojos de cangrejos divisó algunas faroles, las del auto tambien encendieron sorpresivamente, mas adelante, a mitad del camino encontró a una chica de espaldas que caminaba sin dirección.
_Ella debe saber como salir de aqui_Murmuró mientras se acercaba.
_Sabes como salir de este lugar?
_Llevame a casa y te mostrare el camino_Contestó.
Entraron en minutos a una zona residencial, ya todo estaba iluminado.
_Es residencial los Abetos 5, mi casa es la No.335 dijo ella señalando con el dedo.
La llevó hasta la puerta, ella bajó del auto y le mostro el camino que debía seguir para llegar a su destino.
_Despues de la bajada encontraras la calle a Santa Tecla,.
No tuvo tiempo de preguntar su nombre, solo quería llegar a casa de los dolientes y entregar lo que para el debía ser solo un cargamento.
Una hora despues lo entregó y aceleró para llegar a casa lo mas rapido posible, estaba amaneciendo y empezaba a clarear por las grandes avenidas.
Al llegar no tuvo tiempo de entrar a su cuarto y se tendio sobre el sillón hasta despues de tres horas, el perico del vecino y el vendedor de periodicos lo despertó. se restregó la cara y tomó el diario que había sido introducido por debajo de la puerta.
_¨"Esta mañana se llevará a cabo el entierro de la jóven Vanessa Collins, quien apareciera asesinada en un predio baldio en las cercanías de la feria internacional"_ Decia.
La noticia lo tiró de espaldas nuevamente al sillón, esa chica era la que había recogido en la carretera y llevado a casa.
Salio de inmediato de su vivienda, se presento a la residencia y le comentó todo lo sucedido la noche anterior al padre de ella.
_Ella había prometido estar aqui, de alguna manera usted le ayudó a cumplir esa promesa _ Respondio Don Gustavo Collins.
_Ella dijo que guardaba algo muy valioso entre sus cosas, que era para usted _Le dijo Benjamín antes de retirarse.
Dos días despues mientras miraba el noticiero pasaron la imagen de Fernado Del Posso, el asesino de la jóven, la evidencia habia sido encontrado entre las cosas de la muchacha.
Esa misma semana Banjamin abandonó el empleo, era mejor morirse de hambre que en los brazos de algun muerto.....
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