viernes, 27 de agosto de 2010

Unas Letras y Nada Mas.

Hay Un Día (Romeo Molina)

Hay un día que se amanece
amando a una mujer ajena
y nos tortura
La imagen pornográfica de su lecho.

Hay un día que se amanece
buscando cafeterías, bares o prostíbulos
cualquier puterío que nos ayude a matar el olvido.

Hay un dia 
que aderimos  desamores a rokolas
y nos duele todo
y todo nos cabe en el bolero de un mariachi.

Hay un día
que vemos en todos los minutos las traiciones
aunque ella no sea nada de uno
aunque ella no nos haya dado nada.

Hay un día
que anoche cuando ella amanece en los deseos
y soñamos con su cuerpo
con  el paraíso entre sus piernas y sus pechos.

Hay un dia que se amanece
deseando aunque sea sus calzones
Para olerlos
para besar en ellos el retrato de su sexo.

Nuestras Actitudes, Reflexiones
Anoche  desperte molesto culpando a los sancudos y mirando al reloj  la burla de este diciendome son las 3:am de la mañana.
Encendí la televisión ,  pasaban un programa cristiano, molesto cambie de canal y me dije con rabia...
_Pastores hijos de de Perra.
No pienso mas en Dios, desde que perdi mi empresa, desque perdí a mi familia, desde que mis amigos  me abandonaron, desde que tomar un cafe es una aventura.
Me toque el corazón inexplicablemente y sentí el dolor de las heridas aun abiertas, quise restablecer la conversación con Dios pero desistí al momento.
_No vale la pena hablar con un Dios que no escucha y le valemos madre_Me dije resentido.
Mire la biblia sobre la mesa y quise levantarme para tirarla a a la basura  o quemarla.
 _A lo mejor con todas esas babosadas ahi escritas enciende el carbón _Murmuré.
 Senti sueño y cerre los ojos y entonces resucitó esta historia en  el mundo de los sueños...
Un día en las afueras de un pueblo sobre las aguas de un rio aparecio un cristo sin la cruz flotando, un campesino lo  llevó a la orilla y corrio a decirle a la gente lo que había encontrado.
_¿A quien se lo has robado?_Le dijo  el sacerdote juzgando su apariencia.
Se lo quitaron y lo llevaron  a la iglesia, ahi de lo que le sobraba a los feligreses juntaron para comprarle una cruz  y lo crucificaron otra vez.
Un día  al abrir la iglesia descubrieron que el cristo no estaba en el madero si no sobre la mesa al pie del altar, apalearon al campesino y lo acusaron de quererselo robar, luego se acusaron entre ellos y se agredieron con insultos y golpes.
El cristo se subio a la cruz y desde entonces dos lágrimas han quedado presas en su rostro, dicen que nunca mas se ha bajado.
Asi somos nosotros, con nuestras acciones, la envidia  y el irrespeto al dolor ajeno, la indiferencia al necesitado, con nuestros rencores y resentimientos vivimos crucificando todos los dias a Cristo.


(Romeo Molina)





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