viernes, 17 de septiembre de 2010

Opinión, Poesía, y Un Cuento.Volumen 2


Las Mulas Políticas ( Romeo Molina)

¡Que Pena! A una gran mayoría de la población le gusta lo vulgar, lo corriente, siguen a líderes prepotentes, mal hablados, los que disparan con flechas y sombreros discursos folklóricos que seducen la ignorancia.

La gente se cuelga camisetas consientes que no tienen posibilidades de ser tomados en cuenta por los elegidos.

Mulas políticas, los que se ponen el traje de payaso y se pintan la nariz de rojo, azul y blanco, o de amarillo o solo de anaranjado, o verde, todo depende del color que sea la bandera del circo. Hambreados pero en calidad de títeres del partido,  olvidados y regresados  al baúl de la miseria.

Un ejemplo: El gobierno actual, al cual el pueblo se abrazó como lo hace un naufrago.

Enfermos de negligencia extrema golpean y derriban el desarrollo del país, la separación de poderes los ha hecho cometer errores groseros que contribuyen al retroceso en la economía nacional.
El desamor entre el Presidente Mauricio Funes y el partido que lo llevó al poder es una muestra de lo desorientado que esta la dirección de El Salvador.

El grito de auxilio de la población se escuchó hace unos días en todo el territorio nacional, cuando las pandillas o maras pusieron de culo a las autoridades que no tuvieron reacción alguna.
La criminalidad es una tormenta desgranada en zozobra que cae sobre el pueblo, mientras los muertos en vida, partidos que perdieron el poder,  deambulan queriendo seducir nuevamente a las grandes masas.
Intentan resucitar la confianza en las mulas políticas para que los lleven a oler nuevamente la madera de la silla presidencial.

A esto agreguemos el show de los diputados independientes que saltan como micos de rama en rama según les pinten las conveniencias o huyen como ratas de sus partidos buscando mejoras económicas y políticas.

Hasta cuando pueblo haz de despertar para dejar de ser marioneta en las piernas de la política…

Poesía

 Hablar De Esa Noche (Jose Reyes)
Podríamos hablar de esa noche
O simplemente callar como inocentes camino al patíbulo,
Podríamos ignorar las horas
O repetir los sueños
Compartir nuestras aventuras por esas calles
O las desventuras de nuestras camas
O simplemente disfrutar nuestra presencia
En esta tierra,
Podríamos callar mil veces con el vértigo latiéndonos
A mil por hora
O también podríamos ir a la cocina
Y prepararnos un minuto de sencillez,
Regresar a nuestro idilio y leer las palabras de mis amigos
De tus amantes,
Podríamos amanecer abrazados
O podríamos despedirnos clandestinamente como águilas antárticas
O albatros en alta mar,
Podríamos hacer tantas cosas como eso de ignorarnos en el silencio
Y buscarnos en las angustias
O simplemente por voluntad divina dejarnos a la deriva de nuestros sueños


Jose Reyes, Poeta Nacido en El Salvador, actualmente reside en la ciudad de Hempstead, New York, Estados unidos, ex-estudiante de la Universidad Tecnologica, escribe desde los 12 años.
Su material gran partes inédito.






Yo  Pecador ( Romeo Molina)
Peco
Cuando la noche  se marea
en la  bondad de mis amores,
cuando la confusión de los  astros  ilumina mi tinta
en el bosque  de mis   vuelos.
Ahi peco
Al desearte como lo hago
al penetrar con ilusiones las cordilleras de tu vientre,
cuando me embriago en el mercado de tus pechos.
ahí peco
Cuando la imagen desorientada de tu cuerpo tendido
quiebra el vidrio de mis miradas.
asi peco
cuando empaño la ventana con besos improvisados
y recito con Sabina poemas alquilados.
Asi peco
cuando te deseo como siempre lo hago.

Cuentos

El  Peñón Del Mas Allá (Romeo Molina)
Casimiro Díaz estaba arto de tanta miseria, los sembradillos no estaban dando lo esperado y el dinero estaba muy escaso.
_Dale gracias a Dios viejo que aún no pasamos hambre y las cosas nuestan tan mal - Le decía Maria su Mujer.
_Pá tener pistillo(dinero pues ) Hua ser un pacto con el Diablo, ya verás mujer.
_Que Dios te perdone por lo que decís ¡tas bien loco Casimiro!
_Nues locura Mariyita , voy a pactar con el cachudo pá salir de pobre y darte las cosas que te mereces.

Aquella idea no lo dejaba tranquilo y durante el día visitaba diferentes brujos de la zona pidiendo instrucciones para invocar a Lucifer.
Decidido a tener un encuentro con Satanás, regresó a su casa al finalizar el día llevando una sonrisa macabra.
_ ¿Y vos que tenés Casimiro? _ Le preguntó su mujer.
_Nada mujer, solo dame de comer que ya me voy pal cerro.
_¿Y para donde vas tan apurado?
_A ver al diablo, él y yo tenemos quiablar.
_Tás bien loco, ya decíya yo que de tanto chupar guaro, íbas a quedar chiflado.

Ignoró las palabras de su Mariyita, se tiró al hombro una vieja mochila y abandonó la casa rumbo al cerro de Santiago de Maria, llevaba candelas y hierbas para hacer el ritual.
La noche se aproximó cuando estaba llegando a la hondonada, ahí, Casimiro empezó su culto y sus negras oraciones.
_Ven a mi Satanás, ven a mí, yo tu siervo te imploro _Rezaba.
Una fuerte brisa azotó los árboles que impotentes se quejaron haciendo un extraño ruido que llegó hasta el valle. La luna que había salido besaba las faldas verdes del cerro y luego desaparecio con la oscuridad que cubrió los caseríos.
Las estrellas se habían caído del cielo y los lugareños salieron de sus casas para ver hacia el monte, el ambiente había cambiado de repente, caliente y sofocante.
_Alguien esta llamando al Diablo_Murmuró un campesino.
La gente se encerró en sus viviendas y de rodillas pidieron el amparo de Dios.

A medio ritual, Casimiro se arrepintió, pero ya era demasiado tarde, ya no
había marcha atrás, el Diablo había acudido a su llamado.
Un grito desgarrador se escuchó en los caseríos cercanos y una mujer anciana murmuro:
_Algo ha salido mal y Satanás se quedará en este lugar para siempre, que Dios nos libre de todo lo que viene.
Casimiro no volvió a casa nunca mas y desde entonces la gente cuenta muchas cosas, hay quienes dicen que el Demonio se lo llevó en cuerpo y alma, otros, cuentan que lo han visto cruzar las quebradas del cerro.

María vive metida en la iglesia, rezando por el alma de su tonto marido y por los tres hijos que le quedaron.
Los leñadores dicen que en el corazón del cerro una hierba mala ha crecido desde aquel día y que todo aquél que la pisa se pierde, también dicen que una vereda angosta se ha formado entre la maleza hasta el lugar exacto donde el pobre hombre se perdió y donde casimiro levantó el altar, un enorme peñon se formó, quizás es una señal o un templo al Demonio, la gente le llama : El Peñon del Más Allá.
En la época del café, muchas personas se pierden y cuentan que de la nada se les aparece un hombre vestido de blanco, que les toma de la mano y les ayuda a salír.
Algunos dicen que es un angel enviado para vigilar a Satanás, pero hay quienes dicen, que ese hombre… Es Casimiro Diaz.
El extraño hombre solo puede ayudar a los que pisan la hierba mala, pero aquéllos que bajan hasta el peñon, no tienen salvación alguna.

El padre Felipe, viejo párroco del pueblo, sabe como vencer el mal, pero nadie se atreve a pelear con él, el cura dice que un niño no mayor de ocho años debe bajar por la vereda hasta el peñon donde Casimiro puso su altar y estando allí, debe sembrar una cruz de oro preparada por la iglesia, arrodillarse y gritar en ese momento tres veces el nombre de Dios.

“La gente jamás se atreverá a algo así y por mucho tiempo, quien sabe cuanto, en ese lugar de Santiago de María… El diablo estara presente”.









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